Isaac Newton en cuarentena.
En El Salvador vamos para un mes de cuarentena domiciliar
obligatoria por el COVID19, docentes y estudiantes tuvieron que cambiar de
forma abrupta, el estilo de aprendizaje-enseñanza al que se estaba
acostumbrado, y es que la vida a veces nos hace cambiar el rumbo sin estar
preparados para lo que se viene, como es nuestro caso. NADIE ESTABA PREPARADO
PARA UNA EDUCACIÓN 100% VIRTUAL
Tenemos a los
padres (con justa razón) quejándose de la "sobrecarga" de trabajo
para sus hijos/as, docentes que les ha tocado invertir en recursos, con fondos
propios, como: computadora, mejores teléfonos, conexión a internet, energía
eléctrica y otros más; claro sin dejar a los estudiantes que deben adaptarse a
las nuevas exigencias, cada uno en el nivel que le corresponde.
En el caso de
bachillerato y tercer ciclo, ellos al tener la tecnología a su alcance, se les
vuelve fácil usar la plataforma que sea para el desarrollo de las clases
virtuales, sin embargo, no es el caso de los más pequeños, mientras menor sea
el nivel, más compromiso de los padres debe existir; hoy más que nunca necesitamos
unirnos como comunidad educativa, los docentes siendo flexibles a las
necesidades de cada familia, los padres asumiendo su rol en la medida de sus
posibilidades (no es fácil salir a trabajar o trabajar desde casa y además
estar pendientes de la educación de sus hijos) y por supuesto a los estudiantes
que deben dar su mejor esfuerzo para sacar algo bueno de esta situación.
Hay dos formas de enfrentar esta situación: la primera es con una
actitud negativa y catastrófica, pensando que todo saldrá mal y poniendo
obstáculos a todo y la otra opción es con una actitud positiva confiando en
Dios que saldremos adelante con los pocos recursos o conocimientos tecnológicos
con los que contamos. Quiero hacer una llamado a los estudiantes, especialmente
de sexto grado en adelante, a que tomen esto en serio, es una gran oportunidad
para adaptarnos a una educación virtual, a ir dejando, en la medida de lo posible
los videojuegos, videos y otros medios de entretenimiento para centrarnos en
algo de lo que podamos sacar provecho.
En la víspera de Navidad de 1664, un residente de Londres llamado
Goodwoman Phillips fue hallado muerto en el destartalado distrito de “San Los
bubones” reveladores en su cadáver no dejaron ninguna duda sobre la causa de la
muerte. Su casa fue sellada y las palabras “Señor ten piedad de nosotros”
fueron pintadas en la puerta en rojo: Phillips había muerto de peste bubónica. Sólo
se informó de otras pocas muertes por la plaga en los meses siguientes. Pero
para abril, los números habían empezado a subir notablemente. Cuando llegó el
verano, la muerte estaba en todas partes. Los registros de mediados de julio
mostraban 2.010 muertes, repartidas entre todas las parroquias de Londres. El
número de muertos una semana después había saltado a 7.496. En un período de 18
meses, la Gran Plaga de Londres, como se llamó la epidemia, se cobraría más de
100.000 vidas, aproximadamente un cuarto de la población de la ciudad.
Tanto entonces como ahora, el
distanciamiento social fue una respuesta importante al brote mortal. Los
residentes urbanos que podían permitírselo huyeron al campo. Entre las
instituciones que cerraron durante ese tiempo estaba la Universidad de
Cambridge, y entre los estudiantes que se dirigieron a casa para lo que hoy
llamaríamos auto cuarentena estaba un estudiante de
matemáticas de 23 años llamado Isaac Newton.
Durante
el siguiente año y medio, Newton permaneció en la granja de su familia en
Lincolnshire, leyendo, estudiando y pensando solo. Mientras la peste bubónica
hacía estragos en otros lugares, Newton se embarcó en lo que más tarde
describiría como el período más productivo intelectualmente de su vida.
Fuera
de su ventana en Woolsthorpe Manor estaba «el manzano» que condujo a la Teoría
de la gravedad de Newton.
Así
es, la manzana que cae y el golpe en la cabeza que condujo a la deducción de la
gravedad.
Las
cosas no se desarrollaron exactamente de esa manera, pero Newton llegó a pensar
en los principios de inercia y cómo se evita que una manzana en el aire, o
cualquier objeto, vuele desde la Tierra hacia el espacio.
Según
un borrador de la vida de Newton de su asistente John Conduit, Newton mismo
describió:
«A
principios del año 1665 (…) comencé a pensar en la gravedad que se extendía
hasta el orbe de la Luna y … deduje que las fuerzas que mantienen a los
planetas en sus orbes deben ser recíprocamente como los cuadrados de sus
distancias desde los centros alrededor de los cuales giran (…)
Una
cuarta parte de la población de Londres pereció en la Gran Plaga de 1665 y
1666. Newton regresó a Cambridge en 1667, y dos años después se convirtió en
profesor.
Por su parte, durante una
cuarentena de la plaga de 1605, William Shakespeare escribió Macbeth y El Rey
Lear.
«La peste fue la fuerza más
poderosa que moldeó su vida y la de sus contemporáneos», escribió Jonathan
Bate, uno de sus muchos biógrafos.
CONCLUSIÓN: Si eres docente,
aprovecha el tiempo y especialízate en lo que siempre quisiste sobresalir, si
eres estudiante, busca video tutoriales de dibujo, de programación, de edición
de videos o de lo que a ti te gusta, pero aprovecha el tiempo y esta gran oportunidad
que Dios nos ha dado!
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